Fue tan simple

Mientras la chica corría, dos hombres salían del trabajo para ir a comer. Andaban en dirección opuesta, así que se cruzaron en el camino justo cuando el semáforo de peatones cambió a verde.
A mitad de la calle, uno de los hombres la sigue con la vista mientras comenta al amigo: “Es así de simple, ella corre y tu comes”. La chica logró escuchar la frase y sonrió, luego se detuvo dos pasos más adelante, se volteó y gritó: “¡Hey, yo también quiero comer!”.
Fue tan simple como dejar de correr e ir a comer con dos desconocidos con los que compartió un rico almuerzo.

con SU ella

Ella se desperezaba en su cama.
Él caminaba desde su casa con SU ella de la mano, intentando parecer normales.
Yo me tomaba un café y pensaba en qué disparejos pero sincronizados se veían.
Ella despertaba de un sueño. Era con él y SU ella, pero era ella quien habitaba ese cuerpo.
Y podía hablar y cantar y reír y llorar… pretender, pero no lograba expresarse. Gritaba en su interior pero nadie la escuchaba. Fue allí que despertó, de ese sueño que duró por siempre.
Mientras él y SU ella caminaban frente a mí.

¿Buceamos?

Si me pidieran escribir un cuento, elegiría un tema bajo el mar. No que yo estuviese bajo el mar mientras lo elijo, me refiero a un cuento que se desarrolle bajo el mar, con personajes acuáticos, peces, tortugas, medusas, corales…

Porque ellos siempre están mojados, no se refrían y no sufren depresiones. No conocen el estrés, no se contaminan con las palabras mal pronunciadas, no se enamoran ni desenamoran. Además, forman parte de otro ecosistema, otra vida, una sub-vida. ¿Buceamos?